domingo, 24 de abril de 2011

Según su Palabra

No pasa nunca desde que pasó. Sigue pasando. Cada Pascua. Cada paso. No pasan sus palabras. Según ellas, vive. Según ellas, la muerte ya no tiene la última palabra. Sólo Él las tiene de vida eterna. Él, que siendo Palabra, carne se hizo, carne mortal para vencer a la muerte. Carne humana el divino Verbo. Carne masticable para la eterna vida. Carne crucificable para el perdón. Carne para meter el dedo en las llagas de sus manos, para comprobar la verdad de su promesa en la herida de su costado, para admirar la generosidad de su triunfo en sus pies atravesados pero vueltos al camino que lleva de Jerusalén a Emaús. Para que sus palabras hagan arder el corazón y sepamos reconocerle al partir el pan.

viernes, 8 de abril de 2011

Mater Dolorosa

Una semana, después de más de cincuenta y dos esperando. Una semana y a la calle, para compartir fuera lo vivido dentro. Consecuencia, que no causa. Medio, que no fin. Complemento, que no fundamento. Nueve pregones sencillos, sucesión de avemarías y rosario doloroso de gozosos reencuentros. Nueve preludios breves, contenidos, un punto ansiosos y desbordantes de ilusión. Nueve salves a la que es vida, dulzura y esperanza nuestra. Nueve días, siete espadas y doce estrellas en su corona de Reina de las vísperas, allí donde la Cruz es prueba de fidelidad y testimonio creíble de entrega generosa. Fiat.